La armonía entre el trabajo y la vida personal es algo que varía de acuerdo a lo que cada uno de nosotros entendemos como felicidad y no hay que homogeneizar el concepto.
Para toda empresa jóven es conveniente que cada empleado sea responsable por obtener su balance y que ninguno se sienta intimidado ni tampoco frente al equipo ni que se exacerbe la individualidad.
El hecho de que un empleado necesite salir más temprano para recoger a sus hijos del colegio, tiene que ser visto por sus compañeros como algo natural, ya que forma parte del balance de ese profesional entendiendo que el empleado tiene sus derechos, pero también sus responsabilidades y objetivos.
También hay que entender que el lado personal y profesional están en permanente diálogo.
Algunas claves para crear un buen clima de trabajo son:
Mantente siempre cercano a tus empleados
Escuchar, escuchar y escuchar. Abra espacios semanales para escuchar a tus empleados, y déjalos hablar sobre el trabajo, el día a día, la familia y las necesidades personales y del equipo. Todo lo que ellos quieran contar.
Oficina con entretenimiento
Ofrece servicios que los quiten de enfrente de la computadora por unos minutos. Invierte en un ambiente de trabajo agradable también a los ojos, con espacios para conversaciones.
Pensar “out of the box”
Reforzar el espíritu de equipo siempre es bueno. Cree pequeños eventos sociales, como almuerzos, happy hours, cenas.
Brindar un ambiente confortable
Nada bueno sucede en una oficina poco agradable y donde los empleados trabajan incómodos. Permita que cada empleado pueda decorar su lugar de trabajo como más le guste.
Recompensa a quien debe ser recompensado
Los trabajos basados en la meritocracia funcionan mejor que otros. Por eso, debes crear un sistema de recompensas bien definido y entendido al 100% por todos. Estimula la competencia saludable. El reconocimiento es muy importante.
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